top of page

FILOSOFIA DE LA EDUCACIÓN ADVENTISTA

La filosofía de la educación Adventista del Séptimo Día es Cristo céntrica.  Los adventistas creemos que, bajo la dirección del Espíritu Santo, el carácter y los propósitos de Dios pueden entenderse de acuerdo a cómo son revelados en la naturaleza, la Biblia y Cristo Jesús.  La característica de la educación adventista, deriva de la Biblia y de los escritos de Elena G. de White, señalan el propósito redentor de la verdadera educación: Restaurar en el ser humano la imagen de su Creador.

            Los Adventistas del Séptimo Día creemos que Dios es infinitamente amoroso, sabio y poderoso.  Se relaciona con el ser humano a un nivel personal, presentando su carácter como la máxima norma de la conducta humana, y su gracia, como medio de restauración.

            Los adventistas reconocemos sin embargo, que los motivos, pensamientos y comportamiento humano se desvían del ideal de Dios.  La educción en su sentido más amplio, es un medio para restaurar a los seres humanos a su relación original con Dios.  En conjunto, los hogares, escuelas y las Iglesias cooperan con agentes divinos para preparar aprendices para una ciudadanía responsable en este mundo y en el mundo venidero.

            La educación adventista imparte más que conocimiento académico.  Consiste en un desarrollo balanceado de la persona integral, espiritual, intelectual, física y socialmente.  Sus dimensiones de tiempo abarcan la eternidad.  Busca desarrollar una vida de fe en Dios y respeto por la dignidad de todo ser humano; para construir un carácter similar al del Creador; para nutrir pensadores en lugar de meros reflectores de los pensamientos de otros; para promover servicio de amor en lugar de la ambición egoísta; para asegurar el desarrollo máximo de potencial de cada individuo; y para atesorar todo lo verdadero, bueno y hermoso.

bottom of page